Los
anglos fueron una tribu de origen
germánico que, con los
sajones y otros, invadieron
Gran Bretaña a partir del siglo IV. Los guerreros anglosajones conquistaron a los
romano-
británicos e impusieron su cultura e idioma sobre las tribus
celtas. Se constituyó la Heptarquía Anglosajona, formada —como su nombre indica— por siete reinos anglosajones y precursora de la futura
Inglaterra. Fuera de esta heptarquía, y del dominio anglosajón, quedaron los territorios de
Cornualles,
Gales,
isla de Man y
Escocia, únicos reductos donde las costumbres y lenguas celtas de Gran Bretaña pervivieron hasta tiempos relativamente recientes.